ENTREVISTA
Prevenir las
amenazas biológicas
La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA, fundada como OIE) se asoció con la Organización Internacional de Policía Criminal (INTERPOL), con el fin de prevenir los delitos biológicos. Fanny Ewann es una de sus agentes, especializada en la prevención del bioterrorismo.
¿Qué es una amenaza biológica?
F.E. Una amenaza biológica designa el peligro asociado a la intención de liberar agentes biológicos -virus, bacterias o toxinas que pueden causar daños al ganado, a los cultivos o los seres humanos. Los agentes patógenos de los animales, especialmente los que pueden propagarse a los seres humanos, también se utilizan como armas para cometer delitos, o más exactamente, “agrodelitos”, cuya finalidad puede ser obtener beneficios económicos, generar disturbios o desestabilizar un gobierno. En este caso, hablamos de “agroterrorismo”.
Al ser los agentes biológicos poco costosos, fáciles de adquirir y de atravesar las fronteras sin ser detectados, la amenaza del agrodelito o el agroterrorismo exige un marco de preparación mundial.
¿Qué puede pasar en un evento de agrocriminalidad o agroterrorismo?
F.E. Se trata de delitos cuyo blanco es el ganado en los cuales se libera un agente patógeno que podrían causar importantes pérdidas en la población animal, así como la propagación de la enfermedad a la población humana, lo que daría lugar a epidemias mortales. Además de sus consecuencias sanitarias y económicas, un evento de este tipo tendría un efecto psicológico nefasto al infundir miedo y pánico a escala mundial. En este caso, los grupos terroristas podrían aprovechar la situación para promover sus objetivos.
La calificación de los agentes biológicos como armas de destrucción masiva obedece a sus posibles consecuencias devastadoras. De hecho, la producción de un arma a partir de agentes biológicos requiere conocimientos específicos; por fortuna, no se han producido recientemente ataques biológicos a gran escala.
El ejemplo más famoso y reciente de bioterrorismo es el ántrax, una enfermedad que puede afectar tanto a los seres humanos como a los animales y que se utilizó en 2001 como arma biológica para atacar a la población en Estados Unidos de América.
80 %
de los agentes patógenos que se utilizan para el bioterrorismo son de origen animal
%
¿Por qué deben cooperar los Servicios Veterinarios y las fuerzas del orden?
F.E. Ante cualquier brote de enfermedad a gran escala, es necesaria una participación multidisciplinaria a la hora de brindar una respuesta. Cuando las enfermedades afectan o se originan en los animales, los Servicios Veterinarios son los expertos. Dado que los brotes de enfermedades se producen con regularidad en todo el mundo, resulta tarea difícil determinar su origen (natural o relacionados con la actividad humana), a menos que un grupo hostil afirme haber liberado el agente biológico. Los profesionales de la sanidad animal son los más indicados para evaluar si la causa de un brote es natural o no. Si tienen dudas o sospechas, pueden alertar a las autoridades policiales, que pondrán en marcha una investigación penal.
Por otro lado, los organismos de seguridad recopilan información sobre las acciones delictivas. Si tienen conocimiento de una amenaza inminente, pueden transmitir una alerta temprana a los Servicios Veterinarios, que podrán intervenir con rapidez para contener el brote de la enfermedad.
Combinando la experiencia de la policía y la de los Servicios Veterinarios, podemos tomar las medidas adecuadas en el momento oportuno. De esta manera, limitaremos el impacto del evento o lo podremos prevenir lo más rápido posible.
Las comunidades de la sanidad animal y la seguridad pública cumplen un importante papel en la reducción de las amenazas biológicas gracias a acciones coordinadas de planificación, preparación y tratamiento eficaz de los brotes intencionales de enfermedades animales.
¿Cómo trabajan INTERPOL y la Organización Mundial de Sanidad Animal para hacer frente a las amenazas biológicas?
F.E. En primer lugar, la OMSA, INTERPOL y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) han unido sus fuerzas en el marco del proyecto » Refuerzo de la resiliencia contra la agrocriminalidad y el agroterrorismo». Esta iniciativa tiene por objeto fomentar el entendimiento mutuo y la colaboración entre las fuerzas del orden y los Servicios Veterinarios.
Reunir a los Servicios Veterinarios y a los organismos encargados de hacer cumplir la ley a nivel nacional y regional mejorará la comprensión general de las amenazas, ayudará a los actores locales a reconocer los beneficios de la colaboración e identificará los desafíos que deben superarse a efectos de una mejor preparación para responder a la agrocriminalidad.
A escala internacional, trabajamos en conjunto con vistas a aumentar el flujo de información y la experiencia entre las redes de expertos. Por ejemplo, desde 2021, a través de un programa piloto de intercambio en el campo de la gestión de emergencias, hemos puesto en contacto a nuestros Miembros recurriendo al principio de «hermanamiento», de modo que dos países colaboren estrechamente en el contexto de la gestión de emergencias. Hasta ahora, se han formado seis asociaciones de este tipo, con un total de 12 países participantes en diferentes regiones del mundo.
Asimismo, la OMSA ha transmitido a INTERPOL información sobre la peste porcina africana (PPA) que se ha convertido en un mensaje específico relacionado con las tareas de las fuerzas del orden. La prevención depende de la implementación de políticas de importación y de controles fronterizos adecuados para evitar la introducción de cerdos vivos infectados o de productos porcinos en zonas libres de PPA. Ante la ausencia de una vacuna aprobada contra la PPA, los organismos encargados de la aplicación de la ley deben vigilar y denunciar cualquier comercio de vacunas ilegales y falsificadas contra la PPA dentro y fuera de las fronteras.
Debido a que los agentes biológicos son bastante económicos, fáciles de adquirir y pueden ser contrabandeados a través de las fronteras sin ser detectados, la amenaza de la agrocriminalidad o el agroterrorismo requiere una preparación global.
¿Cuáles son las próximas etapas de esta colaboración?
F.E. Entre otras actividades, estamos preparando para noviembre de 2022 el «Ejercicio Fénix», un simulacro a gran escala de un brote intencional de enfermedad animal. Este ejercicio conjunto en el que participan la INTERPOL, la OMSA y la FAO pondrá a prueba nuestra preparación, y de manifiesto nuestros puntos débiles, al mismo tiempo que nos ayudará a mejorar nuestra respuesta a escala regional e internacional.
Nos interesa una colaboración a largo plazo entre la OMSA e INTERPOL. A principios de 2022, se firmó un memorando de entendimiento orientado a ayudar a nuestros respectivos Miembros a enfrentar las amenazas que plantean los actores de la agrocriminalidad y el agroterrorismo en los próximos años.
Financiación del proyecto «Refuerzo de la resiliencia contra la agrocriminalidad y el agroterrorismo»: Global Affairs Canada.
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